Por Padre Bernardo Lara
ROMA — Haciendo un recuento de los eventos que hemos vivido en estos últimos años, veremos que hay un tema en particular que la sociedad ha ido atacando: el tema de la fraternidad.
Podemos pensar en diferentes ejemplos como las agresiones que se envían a través de las redes sociales, la prisa que llevan las personas la cual les impide detenerse a escuchar el grito del necesitado, algunos políticos diciendo que México “solo envía lo peor” a este país, la guerra entre Rusia y Ucrania; católicos insultando al Papa, personas quejándose de los cubrebocas cuando eran obligatorios sin importarles la vulnerabilidad de otros, y de más.
Han sido muchos ejemplos en pocos años. Todos alejándose del sentido de la fraternidad.
Ciertamente el “pleito entre hermanos” ha existido siempre. En la Biblia podemos ver muchos ejemplos. Podemos pensar en el asesinato de Abel a manos de Caín. Podemos pensar en José, el hijo de Jacob y Raquel en el Antiguo Testamento, quien fue vendido como esclavo en un acto de tráfico de personas.
La fricción siempre ha existido, pero no por eso lo podemos tolerar; no por eso podemos ver la fraternidad como algo perdido por el cual no vale la pena trabajar. No nos podemos acostumbrar a una actitud que carece de empatía. Cada uno de nosotros estamos llamados a contribuir desde nuestra posición por más pequeño que sea el acto.
No es posible que algunas personas peleen fervorosamente el recibir la comunión en la lengua en un tiempo de pandemia mientras ellos mismos ignoran a las familias que pasan hambre o que están por perder sus casas. Esa religión no puede venir de Dios. El mandamiento siempre fue “amarás a Dios… y a tu prójimo”.
En el griego antiguo, la palabra para describir “hermanos y hermanas” etimológicamente quieren decir “desde el mismo vientre”.
Para algunos, el vientre es de la misma mamá, claramente. Sin embargo, para todos nosotros el vientre viene siendo Dios Padre; Dios Espíritu Santo; Dios Hijo, que nos compró con su sangre.
San Francisco de Asís fue aún más lejos y se atrevió a encontrar la fraternidad en la creación al punto de rezar, “Alabado seas mi Señor, por el hermano sol, la hermana luna, la hermana agua, el hermano fuego, la hermana nuestra madre tierra”.
En octubre del 2020, el Papa Francisco sacó una encíclica llamada “Fratelli Tutti”, un documento oficial de la Iglesia dedicado a exponer el tema de la fraternidad. Claramente el Santo Padre ha visto la necesidad de estos tiempos. Por eso, el llamado de la Iglesia últimamente a trabajar para restaurar el sentido de fraternidad, solamente así crearemos un mundo mejor. Pues el mismo Pontífice nos dice en “Fratelli Tutti”: Actuando solos “se corre el riesgo de tener espejismos, ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos”
El Padre Bernardo Lara es sacerdote de la Diócesis de San Diego. Actualmente, se encuentra haciendo estudios de posgrado en Roma y es co-conductor del programa diocesano “Vive Feliz” por Amor 102.9 FM a las 8 a.m. los domingos. Se puede contactar en fatherbernardolara@gmail.com.
