CIUDAD DEL VATICANO — Los cristianos están llamados a seguir el mismo camino de humillación que siguió Jesús hacia la cruz, y no deben hacer alardes de su religiosidad o posición en la Iglesia –dijo el papa Francisco.
Todos, incluso los miembros del clero, pueden estar tentados a caer en las actitudes predominantes en el mundo y tratar de evitar la humillación escalando la denominada escalera del éxito –dijo el Papa el 7 de febrero en su homilía durante la Misa matutina en la Residencia de Santa Marta.
«Esta tentación de escalar también puede darse entre los pastores», dijo. «Pero si un pastor no sigue este camino (de humildad), él no es un discípulo de Jesús: es un escalador con sotana. No hay humildad sin humillación».
El papa reflexionó en el pasaje del Evangelio de San Marcos correspondiente al día, el cual relató el encarcelamiento y muerte de San Juan El Bautista.
La misión de San Juan no era sólo la de anunciar la llegada del Mesías, sino también «dar testimonio de Jesucristo y darlo con su vida», dijo.
«Es dar testimonio del camino escogido por Dios para nuestra salvación: el camino de humillación», dijo el Papa. «La muerte de Jesús en la cruz, esta forma de aniquilación, de humillación, es también nuestra senda, la senda que Dios nos muestra a los cristianos para avanzar».
Tanto Jesús como Juan El Bautista enfrentaron las tentaciones de la vanidad y el orgullo: Cristo las enfrentó en el desierto, mientras Juan se humilló a sí mismo delante de los escribas que preguntaron si él era el Mesías –según explicó el pontífice.
El papa Francisco dijo que aunque ambos murieron «de la forma más humillante», Jesús y Juan El Bautista destacaron con su ejemplo que el verdadero «camino es el de la humildad».
«El profeta, el gran profeta, el más grandioso hombre nacido de mujer –así es como Jesús lo describe– y el Hijo de Dios han escogido la senda de la humillación», dijo el Papa. «Es el camino que ellos nos muestran y nosotros los cristianos debemos seguir».
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