Hace 100 años, una pandemia de influenza barrió con comunidades grandes y pequeñas de todo el mundo. Al terminar, la “gripe española” había matado a unos 50 millones de habitantes del mundo, alrededor de 675 mil de ellos en este país.
A raíz de esa catástrofe la Iglesia Católica de los Estados Unidos formó una organización central para satisfacer las necesidades de los pobres, particularmente de viudas y huérfanos. Así surgieron las organizaciones de Caridades Católicas en la Costa Oeste del país, incluyendo San Diego.
Hoy en día, otra pandemia está sacudiendo al mundo, matando a cerca de 2 mil personas al día en los Estados Unidos solamente, según los datos recaudados a mediados de abril.
Una vez más, Caridades Católicas está respondiendo, ayudando a los más vulnerables de los Condados de San Diego e Imperial.
“Estamos poniendo manos a la obra para ayudar a nuestros vecinos afectados por el virus”, dijo “Vino” Pajanor, director ejecutivo de la organización. “Es lo que hacemos. Está en nuestro ADN”.
La agencia lanzó la Red de Distribución de Emergencia de Alimentos el 6 de abril, apenas 18 días después de que el Gobernador Gavin Newsom ordenara a todos los trabajadores de negocios no esenciales a quedarse en casa para ayudar a detener la propagación del COVID-19.
La red está compuesta por 21 parroquias en los Condados de San Diego e Imperial que distribuyen alimentos a familias de escasos recursos e individuos confinados en casa y que se registraron con Caridades Católicas solicitando asistencia durante la crisis sanitaria.
Por lo menos una vez a la semana miembros del personal y voluntarios entregan paquetes de alimentos no perecederos a personas que acuden a la parroquia y permanecen en sus vehículos. Los voluntarios también entregan alimentos a quienes no pueden salir de casa, dejándolos a los pies de su puerta.
El director dijo que la necesidad de esta asistencia se hizo aparente desde la primera semana de la distribución, cuando las parroquias atendieron a un total de 2 mil 500 hogares. A la semana siguiente atendieron a cerca de 5 mil hogares, y para la cuarta semana estaban ayudando a cerca de 10 mil.
“La demanda crece día a día”, comentó.
El director espera que las parroquias hayan proporcionado paquetes de alimentos a por lo menos 30 mil hogares para la primera semana de mayo.
Pajanor citó otros dos números para ilustrar la respuesta de la comunidad católica a la crisis sanitaria. Un total de 519 voluntarios ayudaron de alguna manera en la distribución de alimentos de la primera semana, con un total de 946 horas. Todo el trabajo que se realiza en este programa es cumpliendo con los lineamientos del COVID-19, tales como el distanciamiento físico, agregó.
Los alimentos vienen de Feeding San Diego, la principal organización de rescate de alimentos y alivio del hambre de la región. Una vez a la semana, la organización deja la comida en pallets en Cathedral Catholic High School, otro socio de la red. Los voluntarios y el personal van allí para recoger su parte y regresan a sus parroquias para preparar los paquetes para su distribución. En el Valle Imperial la comida se distribuye desde el Centro de Recursos Alimentarios de Caridades Católicas en El Centro.
Inicialmente, Caridades Católicas planeó que la distribución de comida fuera hasta el 4 de mayo, día en el que se pensaba que se levantaría la orden de “quédate en casa”. Sin embargo, las autoridades de salud del condado y el estado, advirtieron que la orden permanecería en lugar más semanas hasta alcanzar ciertas metas.
Cada día llega más noticias sobre el devastador impacto económico que el cierre de negocios está teniendo en individuos y familias cuya situación de por sí ya era precaria en tiempos regulares.
“Estamos viendo que la necesidad de distribución de alimentos de emergencia en nuestra región será a largo plazo”, señaló el director.
Agregó que Caridades Católicas ofrece más que alimentos a los más vulnerables en tiempos de crisis.
“Cuando hay miedo en el mundo, y las personas comienzan a perder la esperanza, nosotros les damos esperanza. Les damos valor. Les aseguramos que trabajaremos juntos para un mejor mañana”.
Alimentos de Emergencia Disponibles
Familias de bajos ingresos e individuos confinados a casa que estén pasando hambre durante la crisis del COVID-19 pueden solicitar un paquete de alimentos por lo menos una vez a la semana la Red de Distribución de Alimentos de Emergencia por teléfono al (619) 323-2841 o a través de la página ccdsd.org/efdn.
Un miembro de Caridades Católicas contactará al individuo que solicitó la ayuda para confirmar la información y para avisarles hora y fecha en la que la comida estará lista para recoger en la parroquia participante más cercana a su hogar.
La organización desarrolló esta red para distribuir alimentos a los más necesitados de una manera segura y confiable y que cumplan con los lineamientos de salud del COVID-19.