En una decisión histórica, el Obispo Robert McElroy nombró a María Olivia (Marioly) Galván la primer mujer canciller de la Diócesis de San Diego. Además, servirá en un cargo nuevo, directora de Ministerios Pastorales, supervisando siete departamentos.
Los departamentos son el Instituto Diocesano, Vida Familiar y Espiritualidad, Liturgia y Espiritualidad, Pastoral Social, Jóvenes Adultos, Pastoral Juvenil y Evangelización y Ministerio Catequético, la cual ha dirigido por dos años y continuará haciéndolo.
“Este nombramiento refleja el papel fundamental que estos ministerios tienen en la vida de nuestra Iglesia local”, dijo el Obispo en anunciar el nombramiento. “Su preparación, liderazgo administrativo y su alegría palpable por el trabajo de nuestro Señor la hace la mejor opción para este nuevo cargo”.
El nombramiento ocurre en una época cuando la diócesis tiene el urgente enfoque de llegar a más católicos, especialmente aquellos que ya no practican su fe. Una nueva Oficina de Vida Familiar y Espiritualidad abrió sus puertas el verano pasado para mejor atender a las familias de hoy, que enfrentan múltiple retos. La diócesis continúa el proceso del V Encuentro, una iniciativa nacional de cuatro años para mejor aprovechar de la presencia hispana en la Iglesia. Y más programación innovadora se ofrece para conectar con los jóvenes.
Galván, de 35 años, es la líder perfecta para avanzar en estos frentes, habiendo trabajado desde secretaria hasta llegar a uno de los cargos más altos para un laico en la diócesis.
Para la nativa de Chula Vista, hija de inmigrantes mexicanos, ese camino comenzó en la preparatoria cuando ella respondió a un llamado para catequistas en su parroquia, San Juan de la Cruz.
Y continuó ese camino cuando recibió su licenciatura en Administración de Empresas, con un enfoque en bienes raíces, un negocio donde ella trabajaría por casi diez años.
“Durante todo ese tiempo, yo estaba discerniendo la dirección que quería tomar.”
Esa dirección la apuntaba al ministerio pastoral. Ella tomó un puesto como secretaria en la Oficina de Asuntos Hispanos en la diócesis. Luego llegó la oportunidad de trabajar como asistente administrativo para la Oficina de Pastoral Juvenil y Jóvenes Adultos, donde permaneciera por 6.5 años. Una directora diocesana que servía como su mentor durante ese tiempo le recomendó que estudiara para una maestría si deseaba una carrera profesional en ministerio pastoral.
Por los tres próximos años, ella manejó a Los Ángeles una vez a la semana para asistir clases en la Universidad Loyola Marymount, donde obtuvo una maestría en Teología Pastoral, con enfoque en Liderazgo Pastoral. Todo ese tiempo continuó trabajando tiempo completo.
Fue nombrada como la directora asociada de Evangelización y Ministerio Catequético y dos años después su directora.
Galván tiene una personalidad alegre. Es amable, siempre lista con un comentario positivo. Y su inconfundible risa radia un regocijo para su trabajo.
Tiene su lado serio, también, un lado refinado y profesional. Ella habla de cómo su experiencia en el mundo de negocios le ha ayudado en su labor pastoral.
“Aprendí como construir una buena relación con todos tipos de personalidades y con todos tipos de culturas”, dijo. “Eso es tremendamente útil en el trabajo pastoral”.
Galván tiene papeles de liderazgo en organizaciones regionales y nacionales, inclusive servir como la representante de los directores diocesanos para la Provincia Sureña de la Región XI de la Iglesia Católica.
Hoffsman Ospino, director del Programa Posgrado de la Pastoral Hispana de Boston College, ha conocido a Galván por dos años.
“Desde que le conocí me impactó bastante su capacidad de liderazgo al igual que su conocimiento de la realidad pastoral de la diócesis”, dijo el profesor Ospino.
“Con frecuencia uno se encuentra con personas que son muy buenas administradoras pero tienen una sensibilidad pastoral limitada. Otras tienen una capacidad pastoral fabulosa, pero muy poca audacia y experiencia administrativa.
“Marioly es una de esas pocas personas que hace bien las dos cosas. Y lo hace bien tanto en inglés como en español, manteniéndose al día con relación a las comunidades diversas en la diócesis. En ese sentido ella es una gran bendición para la comunidad católica en San Diego.”
Ella está consciente del significado de convertirse la primera mujer canciller de la diócesis.
«Creo que dice mucho sobre la presencia de mujeres seglares en el ministerio, y específicamente en roles de liderazgo como este», dijo. «Me siento honrada. Reconozco la enorme responsabilidad que este nombramiento implica «.
Su nombramiento sigue una tendencia de la Iglesia de aceptar a más mujeres, incluyendo seglares, para papeles de liderazgo. Ospino, un orador nacional sobre la historia de la Iglesia Católica, dijo que el número de mujeres que sirven como canciller ha crecido pero todavía es pequeño a nivel nacional.
Como canciller, un cargo canónico, su papel principal es asegurar que todos los actos oficiales del Obispo y de la diócesis son documentados correctamente y guardados.
Y como directora de Ministerios Pastorales ella guiará y apoyará a los departamentos que supervisará y ampliará la colaboración entre ellos.
“Siempre hay espacio para crecer y hacer las cosas de mejor formar y de mejorar nuestros métodos de acercamiento”, aseguró.
Mientras tanto, el Obispo McElroy nombró al previo canciller, Rodrigo Valdivia, el Vice Moderador de la Curia, con supervisión de Finanza, Recursos Humanos, Asuntos Civiles, Stewardship, Servicios de Construcción y Tecnología Informática.
Galván conoce muy bien la crisis que enfrenta la Iglesia Católica en los Estados Unidos: Alrededor de mitad de los adultos que crecieron como católicos abandonan la Iglesia. Y, entre los que lo hacen, tres cuartos de ellos la abandonan entre los 10 a 20 años.
“Necesitamos formas creativas e innovadoras para crear una cultura de bienvenida”, dijo. “Necesitamos pensar fuera de la caja de como atendemos y como respondemos a las necesidades locales de nuestra Iglesia”.
El profesor Michael Horan, de la Universidad Loyola Marymount, fue el asesor de tesis de Galván. Él subrayó que el trabajo de ser canciller es “complejo, sensible, multifacético y desafiante – así es en todas las diócesis hoy”.
“Tenemos en la Srita. Galván en ejemplo de crecimiento orgánico dentro del ministerio laico, desde la parroquia hasta el liderazgo diocesano”, dijo el profesor. “Ella tiene la experiencia, educación, espiritualidad y habilidad para enfrentar su nuevo cargo”.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
“Como líder pastoral, escucho a la gente. Es importante conocer su historia. Yo creo en el ministerio de estar presente, escuchando el testimonio de la gente, sus luchas, sus momentos de triunfo… Esto me ayuda a entender qué anhelan”.
Ella asegura que ha sido “extremadamente bendecida por tanto que he aprendido” de la gente que ha servido, desde niños a ancianos.
“Es un regalo ser testigo del efecto que tiene el trabajo pastoral en las vidas de los fieles que servimos; aun sabiendo que hay mucho más que todavía podemos hacer”, dijo, especialmente para acercarse a los que se encuentran en las periferias.
Aseguró que siempre ha sentido “el llamado muy fuerte para servir a la gente”.
«Creo que dice mucho sobre la presencia de mujeres seglares en el ministerio, y específicamente en roles de liderazgo como este», dijo. «Me siento honrada. Reconozco la enorme responsabilidad que este nombramiento implica».
The Southern Cross