SAN DIEGO — Vale la pena celebrar a la familia.
Ese es el mensaje que la Oficina Diocesana para la Vida Familiar y Espiritualidad busca transmitir con la próxima Misa Familiar.
La liturgia será celebrada el sábado 23 de octubre a las 11 a.m. en dos ubicaciones. El obispo Robert McElroy oficiará la Misa en la Parroquia de San Gregorio el Grande en Scripps Ranch, mientras que el obispo auxiliar Ramón Bejarano presidirá la liturgia en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en El Centro.
La Misa en San Diego será precedida y seguida por otras actividades, incluyendo un Rosario Familiar a las 10 a.m. y una feria de recursos con representantes de diversos ministerios relacionados con el matrimonio y la familia. La feria de recursos se llevará a cabo durante una hora antes y una hora después de la Misa. También habrá comida a la venta.
La Misa Familiar coincide con el quinto aniversario del cierre del Sínodo Sobre la Familia de la Diócesis de San Diego en octubre de 2016. El sínodo diocesano fue inspirado en el Sínodo de Obispos que se realizó sobre el mismo tema en 2014 y 2015 en el Vaticano y por la exhortación apostólica del Papa Francisco, “Amoris Laetitia” (La Alegría del Amor), publicada en marzo de 2016.
Entre las 15 propuestas que surgieron del sínodo diocesano de San Diego estaba un mandato de reestructurar lo que hasta entonces se llamaba Oficina para el Matrimonio y Vida Familiar. En su lugar quedó lo que ahora conocemos como Oficina para la Vida Familiar y Espiritualidad, que desde sus inicios ha trabajado para descentralizar el ministerio del matrimonio y la familia al empoderar a los ministerios parroquiales, llegando así a comunidades marginadas, incluidos los divorciados. Muchas parroquias ofrecen estos ministerios en español, atendiendo las necesidades particulares de las familias hispanas.
“La familia hispana está en una situación de alta vulnerabilidad. La necesidad de sobrevivencia y de trabajo hacen que muchos padres estén ausentes en los momentos claves para la crianza. Los familiares, y especialmente las abuelas, se hacen cargo de los niños”, comentó Ricardo Márquez, director asociado de la Oficina para la Vida Familiar y Espiritualidad.
“En los encuentros que tenemos con familias de la Diócesis se siente y se habla de esta realidad. De ese anhelo de buscar formas para relacionarse mejor, acompañar a los hijos en sus realidades de ansiedad, adicciones y pérdida de sentido, surge una gran necesidad de pedir ayuda, de formación y acompañamiento”, agregó. “A esta realidad es a la que intentamos responder pastoralmente desde la Oficina para la Vida Familiar y Espiritualidad de la Diócesis”.
Durante estos cinco años, la oficina ha tenido grandes logros, entre los que destaca la atención en la preparación de las parejas al matrimonio. Alrededor de una tercera parte de las parroquias diocesanas han adoptado el programa “Testimonio de Amor”, que involucra a la comunidad de la parroquia en la preparación y acompañamiento de quienes quieren casarse.
“Las nuevas parejas son acompañadas por parejas más experimentadas (mentores o padrinos) que al establecer una relación de amistad las acompañan para involucrarse más en la dinámica de la comunidad”, señaló el director asociado.
Además, se han creado grupos de apoyo para los que han vivido la separación y el divorcio. Grupos para acompañarse en el dolor y las pérdidas afectivas, herramientas para procesar la rabia, la tristeza y reconstruir el sentido de la vida, por mencionar algunos.
“Desde nuestra Oficina se han impulsado los ministerios para la salud mental, manejo del duelo y embajadores de la Planificación Natural Familiar (NFP)”, dijo Márquez.
“El campo de la pastoral familiar es amplio, complejo y rico en posibilidades. Después de estos cinco años nos sigue apasionando lo que hacemos, apoyando la formación y la creación de contextos para el crecimiento integral de las personas”, agregó.
Para más información sobre la Misa Familiar visite sdcatholic.org/familylife. También pueden contactarnos al correo: bolivero@sdcatholic.org o por teléfono al (858) 490-8299.
