SAN DIEGO— Se acerca la Navidad, lo cual significa que pronto los niños tendrán por lo menos dos semanas de vacaciones.
Los niños y jóvenes tomarán un merecido descanso de sus estudios, participarán en todo tipo de diversión navideña y tratarán de aprovechar al máximo su tiempo libre.
Pero durante este tiempo, ¿dónde queda Dios?
Lissa Hutcheson, directora del apostolado de catequesis en la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia en El Cajón, tiene los siguientes consejos para padres y abuelos que buscan incorporar la fe a sus actividades navideñas durante las vacaciones.
Encuentre maneras de catequizar de manera natural
Lograr que sus hijos piensen en Dios y su fe no significa que los tengan que sentar a una lección. Dios está en todas partes, cualquier actividad que realicen puede ser una oportunidad para pensar en Él y Su amor por nosotros.
Por ejemplo, en un paseo familiar los padres pueden invitar a sus hijos a observar todos los otros autos que conducen junto a ellos y orar para que esas personas lleguen con bien a su destino, dijo Hutcheson.
Y aprovechando que vivimos en San Diego, cada vez que se revela una vista impresionante del Océano Pacífico tenemos la oportunidad de señalar que fue Dios quien creó este mundo y, en el acto, expresarle nuestro agradecimiento.
“Perdemos de vista nuestro diario vivir minuto a minuto”, señaló Hutcheson, “los niños no nos escuchan decir seguido frases como, ‘gracias a Dios’ o ‘tomémonos un minuto y pensemos en Jesús’. No lo hacemos suficientemente».
Buscar oportunidades de servicio
“Considero que (las vacaciones de Navidad) son el tiempo idóneo para servir”, comentó Hutcheson.
Debido a los requisitos de edad podría resultar difícil para los más pequeños ser voluntarios en organizaciones no lucrativas, pero eso no significa que no puedan experimentar la alegría de dar algo de su tiempo para ayudar a otros.
Hutcheson sugiere hacer unas galletas navideñas y llevarlas a la estación de bomberos o regalárselas a sus vecinos.
Otros proyectos pueden ser: preparar bolsas con granolas, jabón, botellitas de agua y otros artículos esenciales y tenerlos en el carro listos para regalar a las personas sin hogar con las que se topen en la calle; recolectar artículos de bebes para madres que se enfrentan a embarazos no planeados y donarlos a un centro de apoyo o una organización pro-vida; donar alimentos para la despensa de su parroquia; escribir cartas a mano para ancianos que viven en asilos; o simplemente, recoger basura en el parque de su comunidad.
Programar tiempo para estar juntos
“Estamos tan ocupados y hay tanto ruido en nuestra vida, especialmente durante esta época que es importante tomar un respiro”, sugirió Hutcheson.
Durante las vacaciones, la catequista recomienda programar entre 10 y 15 minutos todas las tardes para simplemente disfrutar de nuestra familia. Podemos jugar juegos de mesa, pero también es un buen momento para leer un pasaje de la Biblia.
De igual manera, sugiere realizar un breve servicio de oración, durante el cual los miembros de la familia lean las lecturas del día y las comenten; o tal vez prefieran rezar el rosario juntos.
Asistir más a Misa
Regularmente, durante las vacaciones navideñas hay cuatro Misas de obligación: dos domingos, el día de Navidad (25 de diciembre) y la Solemnidad de María, Madre de Dios (1 de enero).
Este año el 25 de diciembre y el 1 de enero caen en domingo, lo que significa que los días de Misa de obligación en esta ocasión son únicamente dos, pero eso no quiere decir que no puedas acudir a Misa más veces, especialmente con la cantidad de tiempo libre que tenemos en esta época y habiendo tantas Misas durante la semana.
“Creo que entre más asistimos a Misa más fructífera es nuestra vida en Cristo,” comentó Hutcheson, agregando que sería bueno llevar a los niños a por lo menos una Misa adicional durante cada una de las dos semanas de vacaciones.
Señaló que diariamente se celebra la fiesta de un santo en Misa, por lo que una actividad podría ser aprender más sobre el santo del día después de asistir a Misa.
De igual manera, puntualizó que las vacaciones son un buen momento para celebrar el sacramento de la reconciliación.
Encontrar a Dios en el Museo
El Parque Balboa de San Diego cuenta con alrededor de veinte museos.
Mientras que ninguno de ellos es expresamente Católico, de todas formas pueden dar pie a una buena conversación sobre temas de fe.
Hutcheson señaló que las exhibiciones en el Museo de Nosotros, el museo cultural de antropología antes conocido como Museo del Hombre, puede generar conversaciones sobre la raza humana y cómo Dios nos creó a su imagen y semejanza.
Oportunidades similares se presentan en el Museo de Arte de San Diego, donde se muestran diversos ejemplos de arte Católico.
“Muchas personas aprenden de manera visual”, agregó, “y el arte es una forma fantástica de encontrar la alegría y el amor de Cristo en nuestra vida”.
“Solo siéntese con sus hijos. … Pídales que elijan una obra de arte e invíteles a encontrar el amor, la luz de la vida en esa obra”.
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