SAN DIEGO — “Fue maravilloso. Me gustaron los temas que tuvimos que compartir. Al final quería abrazar a todos los de mi grupo”.
De esa manera fue como una mujer describió su experiencia tras participar en la sesión de grupos pequeños el 10 de marzo en la Parroquia El buen Pastor como parte de la consulta mundial de la Iglesia Católica llamada sínodo.
Durante el mes de marzo las parroquias realizaron estas sesiones a lo largo de la Diócesis de San Diego en inglés, español y vietnamita. La diócesis además tuvo sesiones para sacerdotes, religiosas y personal administrativo.
En abril, la consulta cambiará hacia dos frentes distintos.
Las parroquias y escuelas católicas se centrarán en la participación de adolescentes, un proceso que deberá concluir el 15 de junio. Coordinadores parroquiales del sínodo, directores del ministerio catequético y directores escolares trabajarán de la mano para crear sesiones para los jóvenes que cursan entre el 5to y el 12avo grado.
De igual manera, en abril las organizaciones relacionadas con la Iglesia realizarán sesiones para encarcelados, ex-convictos y personas sin hogar.
En las sesiones que ya se realizaron, los feligreses tuvieron la oportunidad de conocer a otros parroquianos y compartir sus alegrías y decepciones dentro de la iglesia, así como sus esperanzas para ella.
Las ideas obtenidas se compartirán con el párroco de cada parroquia, el obispo Robert McElroy, la Iglesia Católica de los Estados Unidos y el Vaticano. Se utilizarán para desarrollar formas de fortalecer la participación de los fieles en todos los niveles de la Iglesia.
A finales de marzo, los coordinadores parroquiales del sínodo comenzaron a enviar los resúmenes de sus sesiones a la diócesis y elogiaron la experiencia.
La sesión “estuvo llena de gracia y alegría, incluso cuando las personas compartieron puntos de vista muy diferentes”, escribió Laura Martin-Spencer, quien coordinó la consulta en la Parroquia de La Inmaculada.
“El consenso fue que las personas quieren más oportunidades como ésta para conectar entre ellos en un nivel más profundo y para compartir las experiencias de la Iglesia que aman”, comentó Cecilia Herrera coordinadora de las sesiones en Caléxico.
“(Los participantes) dijeron que disfrutaron del evento y que deberíamos hacer esto más seguido, cada tres meses o algo así”, escribió después de la sesión del 22 de marzo en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Maricruz Mandiola, de 18 años, y su madre participaron en una sesión durante la reunión en español del grupo pro-vida en la Parroquia de Cristo Rey en San Diego el 15 de marzo, junto con otros adolescentes.
“Me gustó que fue con personas más jóvenes”, dijo Mandiola al terminar la sesión. “Escuchar a mis hermanos me hizo sentir cómoda de que compartimos las mismas preocupaciones sobre la Iglesia y que hay cosas en común que podemos mejorar”.
Mandiola agregó que espera que más jóvenes participen en esta consulta.
“A los adolescentes les gusta criticar mucho a la Iglesia porque no la conocen”, aseguró. “Pero creo que, si comparten esas críticas sobre la Iglesia, pueden ayudar a mejorarla. También se sentirían bienvenidos y podrían venir”.
Más información sobre la consulta en sdcatholic.org/sinodo.