SAN DIEGO — John Galván es un firme creyente de escuchar y atender “el susurro del Espíritu”.
Hace ocho años, ese susurro lo convenció de dejar la Our Lady of Peace Academy (OLP), donde había sido maestro y administrador durante casi 20 años, para fungir como director diocesano de la Oficina de Escuelas.
Recientemente, ese mismo susurro le dijo que es momento de seguir moviéndose.
Al concluir este año escolar Galván comenzará un nuevo trabajo con la Asociación Nacional de Educación Católica (NCEA), donde se desempeñará como director de evaluaciones de catequesis. En su nuevo trabajo estará a cargo de supervisar dos herramientas de evaluación: Información Para el Crecimiento y Evaluación de la Educación Religiosa Infantil, herramientas que ayudan a evaluar las fortalezas y debilidades de los programas de educación religiosa en todo el país.
“Así como cuando llegué a la Oficina de Escuelas, ahora me voy a NCEA con un propósito renovado, con energía fresca y con la creencia de que lo que importa es el trabajo”, dijo Galván, quien seguirá viviendo en San Diego.
Durante su tiempo en la Oficina de Escuelas, Galván se distinguió por construir puentes.
Mirando hacia atrás, el director se siente orgulloso de la “cultura de colaboración” que ayudó a crear entre las 42 primarias católicas de la diócesis. Recordó que las escuelas tendían a trabajar de manera aislada y de ver a los otros colegios de la diócesis como su competencia. Agregó que se esforzaron por superar esa mentalidad, y considera que lo lograron.
La Dr. Julie Cantillon, directora asociada de la Oficina de Escuelas, comentó que Galván tiene el don de hacer “que la gente comience una conversación y empiecen a trabajar juntos; (Galván) ayuda a romper esas barreras”.
Cantillon aseguró que la oficina ahora cuenta con grupos de formadores que se reúnen con regularidad para su desarrollo profesional, así como una red de colegios que trabajan juntos en proyectos.
Matt Cordes, también director asociado de la Oficina de Escuelas, dijo que Galván “logró sembrar la idea de que hay algo especial en la educación católica en San Diego, puesto que es algo que estaba sucediendo en dos condados y una diócesis increíblemente grande… y eso cambió de manera fundamental la forma en que trabajamos juntos”.
Haciendo énfasis en el aumento en inscripciones a lo largo de la diócesis, incluso habiendo muchas escuelas con lista de espera, Cordes comentó que estamos presenciando “el resurgimiento de la educación católica en San Diego”. De esto le da el crédito a Galván, puesto que fue bajo su liderazgo que las escuelas católicas de la localidad retomaron la instrucción presencial mucho antes que las escuelas públicas durante la pandemia.
Durante su tiempo como director, la Oficina de Escuelas también ha experimentado una mayor colaboración con otras oficinas diocesanas, así como una asociación cada vez más profunda con la Universidad de San Diego.
Al igual que muchas personas dentro de la comunidad católica educativa, el Dr. Kevin Calkins lamenta la partida de Galván.
“Al principio me dio tristeza (escuchar la noticia de que se iba) porque John es un gran regalo para la diócesis”, dijo Calkins. Sin embargo, agregó que el nuevo puesto en la NCEA significa que más personas dentro de la comunidad católica educativa del país “podrán beneficiarse de su talento”.
“John es un profesional por excelencia”, señaló. “Ayudó a que la Oficina de Escuelas se convirtiera en una herramienta de valor para los directores de los colegios y un espacio acogedor y de colaboración para todas las escuelas católicas”.
Galván también ha sido un socio comprometido para párrocos como el padre Devdas Masillamony en la Parroquia de Santa Sophia en Spring Valley. Cuando conoció a Galván en 2015, el padre Masillamony acababa de ser asignado a dicha parroquia; era su primera vez a cargo de una parroquia con colegio.
“Cada que había momentos difíciles (con respecto a la Academia de Santa Sofía), John me guiaba y animaba en el camino”, recordó el sacerdote.
En particular, elogió a Galván por su liderazgo durante la pandemia, durante la cual “siguió siendo un faro de esperanza, apoyo y fortaleza”.
“Las escuelas católicas y yo realmente extrañaremos trabajar con este caballero. Sé y creo firmemente que seguirá difundiendo el mensaje de amor y optimismo dondequiera que vaya”, dijo el sacerdote.
