SAN DIEGO — Meses de planeación, grandes cambios a los salones y patios, y trabajó duro de limpieza están rindiendo frutos en las escuelas católicas en el Condado de San Diego, la cuelas regresaron a la enseñanza presencial el pasado septiembre.
Alrededor de 30 estudiantes y 15 maestros y otro personal, de una población de 15,000 en 47 escuelas, han resultado infectados con Covid-19. Es más, estos individuos no se infectaron en la escuela, ni infectaron a alguien más ahí, según las autoridades sanitarias del condado.
“No hay un lugar más seguro para un estudiante que en una escuela católica”, dijo Matthew Cordes, director asociado de la Oficina Diocesana de Escuela, quien recopila estos datos.
Las escuelas no pueden descansar, sin embargo. El número total de casos nuevos cada día empezó a aumentar a principios de noviembre, y por resultado autoridades sanitarias de California movieron al Condado de San Diego al nivel púrpura, con máximas restricciones en el sistema para reabrir el estado. Las escuelas que habían abierto para clases presenciales se les permitió seguir funcionando de esa forma.
“Con las fiestas navideñas que vienen, necesitamos que las familias permanezcan atentas a su responsabilidad a los otros miembros de la comunidad escolar cuando estén planeando sus reuniones privadas”, dijo John Galvan, el director de la Oficina de Escuelas. “Hemos hecho un excelente trabajo hasta la fecha, pero debemos mantener nuestra vigilancia”.
La Oficina de Escuelas está desarrollando un “escritorio” virtual que mostrará los casos positivos en sus colegios y qué acción están tomando. Este “dashboard”, que será actualizado cada semana, se presentará en el sitio de www.sdcatholicschools.org.
Durante el verano, los directores y personal de las escuelas trabajaron de la mano con las autoridades sanitarias del condado para desarrollar protocolos para responder a casos positivos de Covid-19 o sospechados, los cuales todos son documentados.
Los directores consultan con la Unidad de Epidemiología en el Departamento de Servicios de Salud y Humanos del condado para determinar cuáles los pasos a tomar, en base a los contactos cercanos que tuvo la persona con el resultado positivo. Cualquier persona con un resultado positivo debe guardar una cuarentena de 14 días, además de cualquier estudiante o personal que se considera tuvo contacto cercano.
Los directores contactan a padres de estudiante afectados por el caso positivo para explicarles lo ocurrido y las medidas que van a implementar.
Todas las escuelas católicas en el Condado de San Diego ofrecen clases presenciales y por Internet simultáneamente desde el pasado septiembre. Por consecuencia, los estudiantes que tiene que mantener una cuarentena pueden continuar su aprendizaje sin problema desde su casa hasta que puedan regresar a las clases presenciales.
La comunidad escolar entera ha hecho un gran esfuerzo para seguir las nuevas normas y prácticas para prevenir la propagación del virus, según Cordes, el director asociado.
“Los directores, en particular, han hecho un tremendo trabajo en mantener a todos sano y salvo, desde los estudiantes, a las familias, a las enfermeras”, dijo Cordes.
En el Valle Imperial, mientras tanto, solo una de las cuatro escuelas católicas han podido regresar a clases presenciales. La Escuela El Sagrado Corazón en Brawley completó su regreso a campus el 27 de octubre.
Las otras dos primarias en el Valle, además de la única secundaria, Vincent Memorial, planean continuar aprendizaje a distancia. No pueden re-abrir para clases presenciales hasta que el índice de casos disminuya y el condado pueda salir del nivel más restrictivo.