SAN DIEGO — Han pasado 83 años desde que se realizó un Congreso Nacional Eucarístico en los Estados Unidos.
Para tener un poco más claro la importancia de este dato, pongamos en perspectiva que la última vez que un evento de este tipo tuvo lugar en suelo estadounidense, el país apenas se había recuperado de la Gran Depresión y aún faltaban unos cinco meses y medio para ser arrastrado a la Segunda Guerra Mundial.
El 10º Congreso Eucarístico Nacional se llevará a cabo del 17 al 21 de julio en el Estadio Lucas Oil y otros lugares a su alrededor en el centro de Indianápolis. Se espera una asistencia de decenas de miles de personas.
Más de 70 católicos de la localidad, quienes se registraron bajo la Diócesis de San Diego, se unirán al cardenal Robert W. McElroy y los obispos auxiliares Ramón Bejarano, Michael Pham y Felipe Pulido en Indianápolis. Algunos otros fieles de los condados de San Diego e Imperial asistirán de manera independiente.
El Congreso Eucarístico de cinco días comenzará con una procesión.
Se tienen programadas una serie de conferencias y sesiones de trabajo. Entre los conferencistas se encuentran el obispo Andrew Cozzens, quien ha encabezado el Avivamiento Eucarístico Nacional; el cardenal Christophe Pierre, nuncio papal en los Estados Unidos; el obispo Robert Barron de la Diócesis de Winona-Rochester, Minnesota, fundador de Word on Fire Catholic Ministries; el padre Mike Schmitz, presentador del popular podcast “The Bible in a Year”; y el actor católico Jonathan Roumie, quien interpreta a Jesús en la serie de televisión “The Chosen”.
Habrá Misas diarias en varios idiomas y estilos litúrgicos, incluyendo la Divina Liturgia Bizantina y la Qurbana Siro-Malabar; una capilla de adoración perpetua; frecuentes oportunidades para la confesión; presentaciones musicales; un salón de exposiciones donde ministerios, editoriales, órdenes religiosas y otros tendrán sus exhibiciones; y mucho más.
Una procesión Eucarística en el centro de Indianápolis será uno de los aspectos más destacados del penúltimo día, y el evento concluirá con un “envío” de los participantes y una Misa de clausura celebrada por el cardenal Luis Antonio Tagle, de las Filipinas, representante especial del Papa a este congreso.
“Uno de los principales objetivos del Congreso, creo yo, es ayudarnos a crecer en nuestro conocimiento de la presencia de Jesús en la Eucaristía, pero especialmente a profundizar en este misterio”, dijo el obispo Bejarano, quien hace tres años fue asignado por el cardenal McElroy para encabezar el Avivamiento Eucarístico a nivel diocesano.
El Obispo dijo que el objetivo tanto del Avivamiento como del Congreso es transformar a los participantes en “misioneros Eucarísticos,” que regresarán a nuestras comunidades y compartirán el mensaje “de que Jesús es real, Jesús está vivo y Jesús está presente en la Eucaristía”.
El obispo Bejarano reconoció que los aproximadamente 75 sandieguinos que se sabe asistirán al Congreso Eucarístico representan un pequeño porcentaje de los casi 1.4 millones de católicos que viven en la Diócesis de San Diego.
“Pero, de alguna manera, sabemos que tan solo una persona puede marcar la diferencia”, dijo, expresando su esperanza de que el Congreso Eucarístico tenga un “efecto dominó” que se sienta en las parroquias locales.
“No hay otro lugar en el que quisiera estar el 17 de julio más que en el Congreso Eucarístico Nacional”, dijo Carlos Ortiz, 65, de la Parroquia de San Antonio de Padua en Imperial, quien asistirá junto con su esposa, Irma.
Irma Ortiz, de 63 años, expresó que está “muy emocionada” de participar en esta “oportunidad única en la vida”.
“Estoy segura de que no seré la misma cuando regrese al Valle Imperial”, aseveró.
Por su parte, Patricia Paredes, 65, de la Parroquia de Corpus Christi en Bonita, comentó, “A través de interactuar con los conferenciantes, participar en liturgias y compartir la experiencia comunitaria, espero adquirir un profundo sentido de reverencia y gratitud hacia la Eucaristía”.
“Al final”, dijo, “espero que el Congreso desencadene una renovación generalizada de la fe y un compromiso más profundo con el poder transformador de la Eucaristía en todo el país”.
María Valencia, directora asociada de la Oficina diocesana de Vida, Paz y Justicia, también asistirá al evento. Expresó la esperanza de tener una experiencia transformadora allí, similar a la de los Apóstoles cuando recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés.
“Jesús siempre está con nosotros porque nos ama”, comentó Valencia. “Sin embargo, este Congreso será una experiencia única para compartir la mesa con miles de hermanos y hermanas de diferentes culturas y orar juntos”.
“Asistir al Congreso y ver el entusiasmo y la fe de los asistentes volverá a llenar de energía mi corazón para seguir sirviendo a aquellos que están en las periferias”, predijo.
Para Clarisa Gómez, 67, de la Parroquia de La Inmaculada, la oportunidad de asistir al Congreso Eucarístico fue “una invitación que no pude rechazar”.
“¡Qué oportunidad tan especial! Espero poder llevar información de vuelta a nuestra parroquia”, dijo, explicando que las discusiones en grupos pequeños del sínodo celebradas en su parroquia el año pasado dejaron claro que los feligreses buscan más formación sobre la Eucaristía.
Gómez expresó que está “esperando y rezando” para que el Congreso también “de alguna manera unifique a nuestra Iglesia”, tanto a nivel nacional como diocesano.
“Estamos tan divididos como país y como Iglesia”, lamentó Gómez.
“Mi esperanza es que (los participantes) adquieran un amor más profundo y grande por la Eucaristía”, dijo el obispo Bejarano. “Y que puedan ser testigos del don de la Eucaristía para otros aquí en nuestra diócesis, para que podamos ayudar a nuestra diócesis a crecer también en ese fuego de amor por Jesús en la Eucaristía”.
Para más información en español visite eucharisticcongress.org.
