INDIANÁPOLIS — Más de 60 mil católicos vivieron momentos inolvidables durante el 10mo Congreso Nacional Eucarístico, celebrado en esta ciudad del 17 al 21 de julio.
Peregrinos de todos los rincones del país se reunieron para experimentar el profundo amor de Jesucristo. La Diócesis de San Diego fue representada por una delegación de más de 70 feligreses, quienes se unieron a los obispos auxiliares Ramón Bejarano, Michael Pham y Felipe Pulido.
La inauguración fue especialmente conmovedora: Jesús ingresó al Estadio Lucas Oil en una solemne procesión en la que participaron obispos de todo el país. En una custodia inmensa, creada específicamente para el Congreso, la Eucaristía fue colocada en el centro del escenario mientras el estadio entero guardaba silencio para su adoración.
“Fue una experiencia increíble ver a miles de personas en silencio y rezando ante nuestro Señor Jesús en el santísimo sacramento. Cuando tienes 60 mil personas alabando a Jesús, algo va a transformarse dentro de las mentes y los corazones de las personas”, dijo el obispo auxiliar Felipe Pulido. “Rezo para que los frutos del Congreso Eucarístico sean un amor abundante por Cristo y por su pueblo”.
En la Misa de apertura, el cardenal Christophe Pierre subrayó la importancia de mantener una relación profunda con la Eucaristía en adoración y de vivir esa experiencia en nuestra vida diaria.
Los peregrinos asistieron a diversas pláticas durante la mañana y la tarde. Cada tarde, después de las sesiones, la congregación se reunía en el Estadio Lucas Oil para participar en conmovedoras sesiones de avivamiento.
José Pérez, de la Parroquia de Nuestra Señora de Los Ángeles, describió el evento como una bendición: “Me llevo ese amor de Dios para seguirlo compartiendo en nuestra parroquia, nuestra comunidad y con toda nuestra Iglesia”.
Diego Rosario, de la Parroquia de Corpus Christi, dijo que lo que más lo impactó fue “la unidad que hemos experimentado aquí y la idea de que todos debemos unirnos para difundir la Eucaristía y el amor de nuestro Señor a otras personas”.
En la Misa de clausura, el cardenal Luis Antonio Tagle, enviado del Papa Francisco, exhortó a los presentes a compartir el amor tierno de Jesús con los demás, especialmente con los pobres, los marginados y los enfermos.
Tras la ceremonia, el obispo Andrew H. Cozzens, quien encabeza el Avimamiento Eucarístico Nacional, anunció que se está planificando una peregrinación Eucarística desde Indianápolis hasta Los Ángeles para la primavera de 2025. “El objetivo es continuar la renovación que ha comenzado a través de estas peregrinaciones”, comentó.
La emoción y el entusiasmo por el evento se reflejaron en el deseo general de continuar con este tipo de encuentros en el futuro.
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