SAN DIEGO—Ha pasado un año desde que la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe ayudó a prevenir que se realizará un proyecto que hubiera afectado la calidad del aire, ya de por sí mala, en Barrio Logan.
Tras ese éxito, la parroquia continúa poniendo su fe en acción a través del compromiso cívico.
A finales de 2022, Mitsubishi Cement Corp. tuvo la intención de construir un almacén en la terminal marítima de Avenida Décima, lo que habría aumentado drásticamente el tráfico de camiones diésel en el área.
Alrededor de ese mismo tiempo, la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe estaba atravesando un periodo de autoexamen, aprovechando que estaban estrenando un nuevo equipo de liderazgo parroquial.
“Estábamos platicando sobre cómo organizarnos para poner en práctica nuestra fe…no solo orar por justicia, sino trabajar por justicia”, explicó el padre jesuita Scott Santarosa, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe.
Aunque la parroquia tiene una larga historia de colaboración con el San Diego Organizing Project (SDOP), una organización con enfoque en la justicia social, no es hasta ahora que han estado más activos, aseguró el sacerdote.
El activismo de la parroquia en torno a la propuesta de instalar el almacén de cemento representó “un paso significativo en esa dirección”, dijo.
La Coalición de Salud Ambiental (EHC, por sus siglas en inglés) se acercó a la parroquia en busca de aliados en su campaña contra el proyecto del almacén.
El padre jesuita Brad Mills, vicario parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, dijo haberse sorprendido cuando le presentaron datos que mostraban que Barrio Logan tenía “una de las peores calidades de aire del país” y “algunas de las tasas de asma más altas”.
Entre los residentes del barrio existe la sensación de que la ciudad ve al vecindario como “un lugar donde es aceptable contaminar”, aseguró el sacerdote. Agregó que las áreas de bajos ingresos con altos porcentajes de minorías raciales a menudo parecen tener niveles desproporcionadamente altos de contaminación.
Después de las Misas dominicales del 27 de noviembre de 2022, más de 500 feligreses firmaron cartas oponiéndose al proyecto que entonces estaba siendo considerado por la Junta de Comisionados del Puerto.
El padre Santarosa comentó que además, alrededor de 100 feligreses se reunieron el 12 de diciembre de 2022 para una vigilia de oración en el Puerto de San Diego.
El día después de la vigilia, entre 60 y 70 personas asistieron a la reunión de los comisionados portuarios, donde presentaron las cartas firmadas de oposición. Aunque estaba previsto que la junta votara la propuesta durante esa sesión, la votación se pospuso.
El padre Santarosa agregó que, por invitación de Rafael Castellanos, presidente de la Junta de Comisionados del Puerto, la parroquia organizó un foro comunitario el 18 de enero. Mitsubishi Cement Corp., EHC y otros actores clave pudieron compartir sus puntos de vista sobre el proyecto y abordar las preocupaciones de la comunidad.
A principios de febrero de 2023 se anunció que Mitsubishi Cement Corp. había abandonado el proyecto.
El padre Mills reconoció que esa decisión seguramente se debió a varios factores, pero dijo estar convencido de que la presión que la parroquia puso en el tema también jugó un papel importante.
Desde que se resolvió el asunto del almacén de cemento, la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe ha encontrado otras maneras de llevar el testimonio de oración al ámbito de las políticas públicas.
El 7 de mayo, la parroquia celebró otra vigilia de oración, esta vez frente al Edificio Federal Edward J. Schwartz en el centro de San Diego, donde se encuentra la Corte de Inmigración de San Diego. El evento, una expresión de solidaridad con los solicitantes de asilo, coincidió con el vencimiento del Título 42, la autoridad sanitaria de emergencia que impuso restricciones adicionales a la inmigración para frenar la propagación del COVID-19.
El 6 de agosto, la parroquia tuvo una procesión Eucarística hacia la parroquia de Cristo Rey, donde el asambleísta del estado de California, David Álvarez, habló sobre la Ley de Prevención de los Indigentes (SB 567).
Al reflexionar sobre los recientes ejemplos de compromiso cívico de su parroquia, el padre Santarosa señaló que “no es suficiente simplemente orar dentro de nuestra hermosa iglesia”.
“Nosotros, las personas de fe, realmente tenemos poder y la obligación o responsabilidad de usarla. … Espero que siempre demos un paso al frente y hagamos lo que nos toca para hacer del mundo de Dios lo que Él quiere para nosotros”, dijo.
Para el padre Mills, las experiencias recientes de la parroquia dejan claro que, si se invita a las comunidades religiosas a “tomar una postura” sobre cuestiones importantes de la vida y la justicia, muchas personas “responderán de manera muy hermosa”.
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