SANTEE – La Parroquia de Ángeles Guardianes ha iniciado la construcción de un centro para jóvenes y jóvenes adultos, Salón Beato Carlo Acutis.
Se espera que el edificio de una planta y 232 metros cuadrados (2 mil 500 pies cuadrados) se termine a principios de 2022. Su nombre es en honor a un adolescente italiano que va camino a ser el primer santo «millennia»’. Después de presidir la Misa dominical de la parroquia el 19 de septiembre a las 10 a.m., el obispo Robert McElroy bendijo el sitio de construcción y participó en una ceremonia de inauguración.
“No puedo creer que en realidad esto está ocurriendo”, dijo Ayla Grazier sobre la construcción del nuevo edificio.
Parroquiana de toda una vida, Grazier siempre formó parte de los grupos de jóvenes y jóvenes adultos de la parroquia; ahora coordina dicho ministerio.
Graizer señaló que el centro demuestra el compromiso de la parroquia con sus miembros jóvenes, y agregó que era un “símbolo físico de que aquí pertenecen”.
A su parecer, el nombre del edificio “no podría ser más perfecto”. Tanto ella como otros en la parroquia ya han platicado con los jóvenes a su cargo sobre la historia de Beato Carlo, quien antes de su muerte por leucemia a los 15 años, investigó y creó un sitio web dedicado a los milagros Eucarísticos.
“Nuestros niños ya sienten una conexión con él”, comentó.
Beato Carlo nació en 1991 y murió en 2006. Alcanzó un asombroso nivel de santidad durante su breve vida, marcada por una profunda devoción a la Eucaristía y la caridad hacia los demás. Al mismo tiempo, era un joven contemporáneo que usaba Nike y jugaba videojuegos. Carlo Acutis fue beatificado el 10 de octubre de 2020.
Grazier afirmó que los jóvenes y jóvenes adultos de hoy en día pueden identificarse mejor con Beato Carlo que con otros santos de hace algunos siglos.
El Salón Beato Carlo Acutis, que consta de una gran sala de reuniones y dos baños, servirá como lugar para los eventos del grupo de jóvenes de la parroquia y de la comunidad de jóvenes adultos.
Al nuevo centro también podrán acudir los jóvenes después de la escuela, puesto que proporcionará un ambiente seguro donde podrán hacer su tarea o pasar un rato con amigos después de clases, bajo la supervisión de un miembro del personal de la parroquia.
“Este edificio significa mucho para mí. Estoy muy emocionada porque es un nuevo lugar para que nuestros jóvenes puedan disfrutar y convivir con niños como ellos, aunque sea solo para hacer la tarea o un lugar al cual acudir cuando estás aburrido en casa”, señaló Eli Pérez, de 17 años. “Somos como una familia; aquí hay personas que se interesan por ti”.
Caitlin Wilson, de 23 años, miembro de la comunidad de jóvenes adultos de la parroquia aseguró que, “tener un lugar en la parroquia que podamos llamar nuestro es algo con lo que mis amigos y yo hemos soñado desde que estábamos en la escuela secundaria”.
“Este edificio nos dará un espacio en donde nos podremos sentir cómodos y compartir mientras creamos recuerdos”, agregó.