Obispo Felipe Pulido Comparte Su Nuevo Cargo

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El obispo auxiliar Felipe Pulido proclamó la homilía en la Misa para Nuestra Señora de Guadalupe el 3 de diciembre del 2023 en la Escuela Secundaría San Agustín, tras una procesión.. (Foto de David Maung.)

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SAN DIEGO — A siete meses de su ordenación, tuvimos la oportunidad de conversar con el Obispo Auxiliar Felipe Pulido, para explorar más a fondo su papel dentro de la diócesis y su impresión inicial de la comunidad de fe en San Diego.
El Obispo Pulido fue ordenado como obispo auxiliar el 28 de septiembre, convirtiéndose en el octavo en ocupar ese cargo en la diócesis, el tercero de origen hispano. Se desempeña como Vicario de Iniciativas Pastorales Parroquiales.
Con 53 años de edad, el Obispo Auxiliar Pulido nació en un pequeño pueblo al oeste de la Ciudad de México. Durante su adolescencia, se trasladó junto a su familia al Valle de Yakima, en el estado de Washington. Fue ordenado sacerdote en 2002 en Yakima, y antes de su designación como obispo auxiliar en San Diego, ejerció como vicario para el clero y director de vocaciones en la Diócesis.
Acompáñenos a leer la entrevista para conocer más sobre sus reflexiones y experiencias en este nuevo capítulo de su ministerio.
¿Qué significa ser Vicario de la Vida Parroquial?
Una de mis obligaciones como obispo auxiliar en San Diego es apoyar a los párrocos en asuntos de evangelización, corresponsabilidad, catequesis y otras áreas dentro la parroquia. También tengo el deber de informar regularmente al párroco sobre las iniciativas pastorales proyectadas o emprendidas a nivel diocesano.
¿Cuáles son sus principales responsabilidades dentro de la diócesis?
En este momento son tres mis responsabilidades. Primeramente, visitar todas y cada una de las parroquias en la Diócesis de San Diego. Hasta ahorita ya he visitado cerca de 48 parroquias. Mi visita tiene como objetivo conocer la comunidad parroquial, al párroco y algunos líderes de la parroquia.
Segundo, el cardenal McElroy me ha invitado a participar en una de las iniciativas diocesanas la cual tiene como nombre, «Por una Iglesia Sinodal: Imaginando la Vida Parroquial y el Liderazgo». Esta iniciativa se ha iniciado con 16 parroquias pilotos de las cuales se ha pedido la participación de los párrocos, diáconos, empleados de la parroquia y algunos líderes.
Tercero, junto con los obispos auxiliares Ramón Bejarano y Michael Pham hemos empezado a promover vocaciones al sacerdocio en la Diócesis de San Diego. Nuestro objetivo general es crear una cultura vocacional, en la cual todos y cada uno de los jóvenes puedan discernir si Dios los llama a la vida sacerdotal, religiosa, al matrimonio o la soltería. Para este proyecto vocacional hemos escogido a un sacerdote de cada uno de los decanatos. Estos sacerdotes cumplirán con el objetivo a nivel decanato y estarán hablando de las vocaciones en las diferentes parroquias.
¿Cómo ha respondido la comunidad a estas iniciativas?
La comunidad de San Diego ha respondido muy bien. Cada vez que visito las parroquias la gente me recibe con mucha alegría y me da la bienvenida a San Diego. Me gusta mucho la forma en cómo se trabaja en el Centro Pastoral. En todos las iniciativas pastorales y proyectos he visto un buen sistema de consulta y de colaboración entre los sacerdotes y líderes del Centro Pastoral. Al final del día todos estamos trabajando en la Viña del Señor y todos tenemos algo que aportar.
¿Cuál es su perspectiva de la comunidad de fe que vino a encontrar en la Diócesis de San Diego?
He encontrado una comunidad con mucha fe, donde el Espíritu Santo está trabajando constantemente para acercar más almas a los sacramentos y a las cosas de Dios. Y también me he encontrado con una diversidad de culturas y de lenguas muy grande. En las parroquias donde he estado he visto comunidades anglosajonas, filipinas y vietnamitas, así como una comunidad muy grande de hispanos. Al igual existen pequeñas comunidades de indígenas nativos de estas tierras y algunos inmigrantes de África, Asia, Europa y de Centro y Sudamérica. Esta realidad es una gran bendición y al mismo tiempo un gran desafío para promover la unidad y la comunión de las diferentes culturas y razas.
¿Cuál diría usted que es el área de mayor oportunidad en esta comunidad?
Yo pienso que el área de mayor oportunidad es la juventud.
¿De qué manera pretende promover la unidad y el entendimiento entre los diversos grupos dentro de la comunidad?
La visión del Papa Francisco para la Iglesia es caminar juntos bajo un proceso sinodal donde se invite a la gente a la comunión, participación y misión. Yo pienso que una manera de promover la unidad e integración parroquial de los diferentes movimientos y grupos parroquias es a través de un proceso sinodal, por medio del cual se realicen reuniones de consulta entre los miembros y se pueda recolectar información práctica para implementar la comunión, participación y misión entre los diferentes movimientos y grupos de nuestra diócesis.
¿Puede hablar sobre su enfoque en materia de atención pastoral y apoyo a personas y familias dentro de la comunidad?
En este momento mi enfoque es conocer la vida de la parroquia, especialmente a los sacerdotes, líderes, grupos parroquiales y movimientos. Y principalmente, ofrecer apoyo a los sacerdotes en las áreas de evangelización, catequesis, caridades, vocaciones, corresponsabilidad, así como promover iniciativas diocesanas.
¿Cómo planea fomentar un sentido de pertenencia e inclusión para todos los miembros de la comunidad, independientemente de sus antecedentes o creencias?
Pienso que la sinodalidad nos puede ayudar mucho a promover la unidad y la participación y crear un sentido de pertenecía e inclusión en cada una de las parroquias.
Por último, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a la comunidad al comenzar su ministerio como obispo auxiliar de San Diego?
Primeramente, quiero decirles que cada vez que nos reunimos en la presencia de nuestro Señor Jesucristo estamos frente a un Dios que me ama más de lo que me pueda imaginar. Segundo, me gustaría decirles que ya los siento como mi familia y como un enorme regalo de Dios, y tengo muchas ganas de irlos conociendo poco a poco y de poner todos mis pobres recursos a su servicio. Tercero, les pido que me tengan paciencia. Soy un obispo nuevo y estoy aquí para aprender. Quiero aprender de los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, así como de todos los fieles de San Diego. Y espero que con el tiempo ustedes también puedan aprender de mí. Por último, me gustaría que todos caminemos juntos creando una sociedad donde trabajemos para la protección de la dignidad humana, el bien común y para construir una sociedad más fraternal.

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