SAN DIEGO — El sitio web de 40 Días por la Vida indica que como resultado directo de la campaña se han salvado 22 mil 829 vidas, han cerrado 132 clínicas de aborto y 247 personas que trabajaban en clínicas de aborto han renunciado a sus empleos.
Pero quienes están al frente de las campañas, aquellos que participan en las vigilias de oración que se llevan a cabo durante 40 días consecutivos dos veces al año, aseguran que solo necesitan que se salve una vida, se cambie una mente o se toque un corazón para que todo el esfuerzo valga la pena.
La campaña de primavera comenzó el 22 de febrero, Miércoles de Ceniza, y continuará hasta el 2 de abril, Domingo de Ramos.
Cada vez son más las personas alrededor del mundo que se unen a este movimiento. Las vigilias de oración se realizan al exterior de clínicas de aborto, incluyendo ocho ubicaciones en los condados de San Diego e Imperial. (Para la clínica más cercana a usted o para registrarse en algún horario visite 40daysforlife.com.)
Eduardo y Alma Reyes son los coordinadores de la campaña 40 Días por la Vida en Escondido, cargo que han desempeñado desde el otoño de 2021.
Su conexión con este movimiento comenzó hace dos años a través del trabajo de voluntariado de Alma con Lamb of God Maternity Home (Casa de Maternidad Cordero de Dios) en Escondido. La pareja asistía a las vigilias de oración de 40 Días por la Vida, listos para compartir los recursos de adopción abierta del hogar de maternidad con cualquier mujer a la que se pudiera persuadir de no elegir el aborto.
Después de hacer esto durante algún tiempo, el matrimonio sintió que Dios estaba llamándolos a iniciar una campaña de 40 Días por la Vida en Escondido.
Alma, asegura que una de las cosas más maravillosas que ha vivido en este movimiento es que no solo son Católicos los que participan sino también miembros de denominaciones protestantes.
“Es maravilloso ver el Cuerpo de Cristo unirse”, dijo.
Alma comentó que algunas mujeres embarazadas que han contemplado abortar a su bebé cambian de parecer al ver a personas rezando al exterior de las clínicas, tomándolo como “una señal de Dios que les está diciendo que elijan la vida”.
“A veces estamos allí y parece que no estamos logrando nada”, aseguró, “pero cuando recibimos un comentario como ese es maravilloso. Nunca se sabe a quién estamos llegándole, pero al recibir ese tipo de comentarios nos queda claro que ha habido un impacto”.
“Dios realmente nos necesita para ser Su testigo de amor, mostrándole al mundo que las vidas de los bebés y las mamás importa tanto que estamos dispuestos a tomarnos un tiempo de nuestro ajetreado día para estar aquí, bajo el calor, el frío y la lluvia, para hacer lo necesario para salvar una solo vida y cambiar un solo corazón”, dijo Vicki Whitmire, coordinadora de la campaña en El Cajon.
Más información sobre esta campaña en esta página.