CIUDAD DEL VATICANO — Jesús obedeció el mandamiento más difícil: Ama a tu enemigo; y Él invita a la humanidad a hacer los mismo, rompiendo el círculo vicioso de maldad, pena y odio con el amor y el perdón, el papa Francisco dijo en Domingo de Ramos
“Cómo discípulos de Jesús, ¿seguimos al Maestro o seguimos a nuestro propio deseo de devolver el golpe?” preguntó en su homilía del 10 de abril.
El Papa comenzó la Semana Santa con la Misa de Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro con alrededor de 50,000 fieles — la primera vez que grandes números de personas se reunieron ahí desde el comienzo de la pandemia de Covid hace dos años.
También hizo un llamado para un alto el fuego por las partes en la guerra y para comenzar “una negociación real” aunque requiera “algún sacrificio para el bien del pueblo”.
“¿Que tipo de triunfo es el plantar una bandera en un montón de escombros?”, preguntó después de Misa antes de liderar el Angelus. “Bajen sus armas. Dejen que comience una tregua de Pascua”.
Claramente haciendo referencia a la invasión de Ucrania por fuerzas rusas, el Papa no nombró el conflicto a que se refería, diciendo que Cristo murió para triunfar sobre el pecado y la muerte, “no sobre alguien o contra a alguien más”.
Sin embargo, denunció la “guerra sin fin” que cada día “muestra ante nuestros ojos atroces masacres y crueldad cometidos contra civiles inocentes. Oremos sobre esto”.
Una guerra que busca la victoria según la lógica del mundo, dijo el Papa, “es la única forma de perder”. Es mejor que el que gane sea Jesús, quien cargó la cruz y murió para librar al pueblo de la maldad y así que pueda triunfar la vida, el amor y la paz”.
