CIUDAD DEL VATICANO — Los jóvenes deben ser un signo de unidad e inclusión para contrarrestar la cultura actual que busca dividir a la humanidad a través de la violencia y la indiferencia, dijo el papa Francisco.
En un mensaje a los participantes en una conferencia europea de la juventud, el papa animó a los jóvenes a no «dejarse arrastrar por ideologías miopes que quieren mostrar a los demás, a los que son diferentes a nosotros, como enemigos».
«Sé solidario con todos, no solo con los que se parecen a nosotros o dan una imagen de éxito, sino con los que sufren, sea cual sea su nacionalidad o condición social», escribió en el mensaje difundido por el Vaticano el 11 de julio.
Patrocinada por la Unión Europea, la Conferencia de la Juventud de la UE del 11 al 13 de julio reúne a jóvenes de toda Europa para debatir temas como el desarrollo sostenible, la educación y el medio ambiente.
En su mensaje, el Papa dijo que los jóvenes en Europa hoy están «menos ideologizados», lo que los hace capaces de transformar «el ‘viejo continente’ en un ‘nuevo continente'».
«Como jóvenes europeos, tienen una misión importante», dijo el papa. «Si en el pasado vuestros antepasados se fueron a otros continentes, no siempre por nobles intereses, ahora les toca a ustedes presentar al mundo una nueva cara de Europa».
Los jóvenes, dijo, deben hacer que su «voz» se escuche por las generaciones mayores, y «si no los escuchan, griten aún más fuerte, hagan ruido, tienen todo el derecho de opinar sobre lo que concierne a su futuro».
Reflexionando sobre su Pacto Mundial por la Educación, iniciativa que lanzó en 2019, el papa dijo que entre sus propuestas está el llamado a que los jóvenes sean testigos del «valor de la inclusión».
Los estudiantes que estudian en el extranjero, por ejemplo, son prueba de que el encuentro entre diferentes personas ayuda a «tener una mirada amplia para abrirse a los demás y no discriminar a nadie, por ningún motivo».
La educación, prosiguió, debe «basarse no en la competitividad sino en la solidaridad», por lo que los jóvenes no deben aspirar a «entrar en ambientes educativos de elite, donde sólo pueden ser aceptados los que tienen mucho dinero».
«Estas instituciones a menudo tienen interés en mantener el statu quo, en capacitar a la gente para garantizar que el sistema funcione como es», dijo. «Más bien, deben valorarse aquellas escuelas que combinan la calidad educativa con el servicio a los demás, ya que la finalidad de la educación es el crecimiento personal dirigido hacia el bien común».
El papa Francisco también llamó a los jóvenes europeos a tomar la iniciativa en la protección del medio ambiente y resistir las tentaciones «de una vida de lujo reservada para una pequeña porción del mundo» que continuamente explota los recursos del mundo en una «tendencia autodestructiva».
«Aspiren a una vida digna y sobria, sin lujos ni derroches, para que todos en nuestro mundo puedan disfrutar de una existencia digna”, escribió el papa. «Hay una necesidad urgente de reducir el consumo no solo de combustibles fósiles sino también de tantas cosas superfluas».
La necesidad de solidaridad y fraternidad, prosiguió, también es evidente ante los «numerosos conflictos que se desarrollan en diferentes regiones del mundo», especialmente en Ucrania donde «se desarrolla una guerra sin sentido».
El papa reiteró su llamamiento al fin de la guerra en la que, «como siempre, unos pocos poderosos deciden y envían a miles de jóvenes a luchar y morir».
También recordó el ejemplo del beato Franz Jägerstätter, un agricultor austriaco católico martirizado por los nazis por su postura como objetor de conciencia, e instó a los jóvenes europeos a aprender de su ejemplo.
Al igual que el teólogo luterano alemán Dietrich Bonhoeffer, el beato Jägerstätter se negó a jurar lealtad a Adolf Hitler y «prefirió ser asesinado que matar» en una guerra que consideraba «totalmente injustificada».
«Si todos los jóvenes llamados a las armas hubieran hecho lo que él hizo, Hitler no habría podido llevar a cabo sus planes diabólicos. Para triunfar, el mal necesita cómplices», dijo el papa.
El papa Francisco llamó a los jóvenes participantes a la conferencia a mirar hacia el futuro y los animó a buscar «el verdadero sentido de vuestra vida, de dónde venís y a dónde vais, y la verdad, porque no podemos vivir auténticamente si no buscamos la verdad».
«Caminen con los pies bien plantados en la tierra, pero con la mirada amplia, abiertos al horizonte, abiertos al cielo».