Por Padre Bernardo Lara
Dice un dicho popular “Despacio que llevo prisa”. Generalmente vivimos muy aprisa. Todavía no terminamos un día y ya estamos pensando en el siguiente y en el siguiente y en lo que vaya a pasar dentro de seis meses. Esto puede ser algo bueno, así como también puede ser algo malo.
Me explico: Puede ser algo bueno en situaciones de precaución. Por ejemplo, si de mi cheque de quincena guardo 25 dólares para tener ahí “un guardadito” para en caso de emergencias. Quizás estoy guardando dinero para cuando me retire. Estas son cosas buenas. El problema es cuando no vivimos el presente por estar viviendo el futuro — un futuro que quizás no llegue.
Así funciona, por ejemplo, la mercadotecnia: Hagamos memoria de hace unos meses; era septiembre y ya estaban vendiendo cosas de Halloween. Era mediados de octubre y ya se veían unas cosas de Navidad. El primer día después de Halloween, y ya parecía que no había sido Halloween porque ya todo estaba decorado de Navidad. Era principios de noviembre y te estaban bombardeando con canciones de Navidad, con ofertas del Black Friday, con los arbolitos, luces y demás.
Lo mismo suele suceder en estos tiempos que comienza un nuevo año. La típica tradición te lo marca: “¿Cuáles son tus propósitos de Año Nuevo?” En otras palabras, ¿Qué metas quieres cumplir?” Y esto está bien, es bueno proponerse metas, es bueno querer mejorar. Pero no corramos. No nos apresuremos. Se termina una década y comienza una nueva. El año 2020 es una nueva década, un nuevo comienzo. No corramos.
El Papa Francisco en una audiencia durante el mes de diciembre, mientras hablaba del Nacimiento y el Pesebre, comento que “El nacimiento es también una invitación a la contemplación. Nos recuerda la importancia de pararse. Ante una sociedad frenética, el belén nos hace dirigir nuestra mirada a Dios, que es pobre de cosas, pero rico de amor, y nos invita a invertir en lo importante, no en la cantidad de bienes, sino en la calidad de los afectos”.
Que este 2020 que comienza, no lo empecemos corriendo y preocupados por el final. No lo empecemos olvidándonos del presente. Detengámonos un momento, disfrutemos y comencemos con nuestra mirada puesta en Dios.
El Padre Bernardo Lara es vicario parroquial en la iglesia St. Mark en San Marcos y conductor del programa de radio semanal «Vive Feliz.» Se puede contactar en fatherbernardolara@gmail.com.