Por Monserrat Ramírez
Si pudieras describirte en tres palabras, ¿cuales serían? Es una pregunta que constantemente se nos hace en la escuela, en entrevistas, en rompehielos, etc. A la mayoría de nosotros nos cuesta mucho trabajo describirnos. Ya sea físicamente, sobre nuestras cualidades o dones. Cuando se nos hace esta pregunta quisiéramos huir o hacernos invisibles. En lo que primero pensamos son en nuestros defectos. Como cuando nos miramos en un espejo, empezamos a ver hasta el más mínimo detalle.
Cuando nos toca contestar esta pregunta queremos decir lo que pensamos que el resto de las personas quisieran escuchar sobre nosotros. Si estas en una entrevista de trabajo quieres decir que eres súper responsable, que eres bueno trabajando en equipo, y puntual.
Tal vez tu eres introvertido o extrovertido. Eso te hace único. No es un defecto que seas mas callado. Fuiste creado por una razón y tienes una misión en tu vida. Dios nos ayuda a irnos formando para cumplirla. Hay cosas que sí debemos cambiar sobre nuestra forma de actuar, pero eso debe de ser para cumplir la voluntad de Dios en nuestra vida.
En muchas ocasiones queremos pertenecer a un molde especifico que vemos como “popular”. Sin embargo, durante el proceso perdemos esa identidad con la cual fuimos creados. Valora tu forma en la que fuiste creado. La próxima vez que te veas en el espejo, mírate hermoso y hermosa, porque lo eres. Cuando Dios te creó, fuiste su más hermosa creación. Es momento que nosotros nos lo creamos y dejemos saber a los demás lo únicos e irrepetibles que somos. En la forma en que tratemos a los demás, también recordemos que ellos también son creación de Dios, hechos a su imagen y semejanza.
San Juan Pablo II en el 2001 dio un discurso a los jóvenes de Kazajstán en una visita pastoral. En este discurso hay una frase que resume todo esto de una manera hermosa. Él les dijo, “Mira, tú eres un pensamiento de Dios, tú eres un latido del corazón de Dios. Afirmar esto es como decir que tú tienes un valor, en cierto sentido, infinito, que cuentas para Dios en tu irrepetible individualidad.”
Como lo dijo San Juan Pablo II a los jóvenes, todos tenemos una irrepetible individualidad. Tu eres único en tu forma de ser y en tu apariencia. No hay nadie como tu. Dios te a dado dones únicos para que puedas compartir con los demás y cumplir con tu misión.
Monserrat Ramírez es la conductora del programa “Jóvenes Haciendo Lío” transmitido por el Internet en renovacionsandiegoradio.com los jueves a las 6 p.m. Sirve como catequista en la parroquia Cristo Rey; monserrat.c.ramirez@gmail.com.