Perspectiva: No dejes que te derribe la ola

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Por el Padre Bernardo

ROMA — Unas semanas antes de venirme a esta ciudad, recuerdo que había ido a Carlsbad a surfear. Después de unas horas en la playa, me puse a caminar por el centro turístico de esa ciudad. Dentro de las pocas tiendas abiertas que había a raíz de la pandemia, vi un cuadro de un surfista parado en su tabla surfeando una ola. En la parte baja del cuadro se leía una frase que decía: “No puedes parar las olas, pero puedes aprender a surfear”. Me gustó la frase y seguí caminando ya que tenía que regresar a la parroquia para las actividades de la tarde. Sin embargo, mientras pensaba en el contenido de esta columna para el periódico, recordé esta foto y me di cuenta de que era muy apropiada para lo que nos ha tocado vivir.

Este año que acaba, el 2020, fue una gran ola con la cual sacudió al mundo entero y no nos quedó de otra más que “aprender a surfearla” o “dejarnos arrastrar”. A la vez, en lo que la sociedad aprendía a “surfearla”, dentro de los dolores y miedos, se nos abrió la oportunidad de crecer: se nos dio la oportunidad de contemplar la vida, la familia, el amor, la naturaleza y sobre todo a Dios.

El Papa Francisco ha repetido muchas veces en los últimos meses que, de esta pandemia no vamos a salir igual: o salimos mejor o salimos peor. Cabe recalcar que el salir mejor o peor, depende no de la pandemia o del gobierno, sino de mi propia elección.

 A cada uno nos ha tocado vivir esta pandemia diferente. Unos se quedaron sin trabajo, otros no. Unos tuvieron un familiar que falleció, otros no. Unos aprovecharon esto para crecer, otros no. Unos intentaron surfear la ola, otros no.

Para muchos de nosotros, la Navidad fue sin alboroto por el distanciamiento social. El Año Nuevo ahora es con menos uvas quizás. Pero aquí estás y vale la pena reflexionar en tu vida propia, en lo que valoras, en lo que mejoraste, en lo que empeoraste.

Muchos “no tenían tiempo para la familia”, ahora si lo hubo; muchos “no tenían tiempo para llamarle a sus familiares en otro país”, ahora sí lo hubo; muchas “no tenían tiempo para rezar”, ahora si lo hubo. Esto es parte “del surf” de este 2020.

Sin embargo, una de las claves en el surf es la mirada: donde pongas el ojo, va tu dirección. Muchas personas se caen de la tabla por que agachan la mirada, pero si miras un buen surfista notarás que siempre tiene la mirada arriba y en la dirección a la que quiere ir. Este es el resumen de nuestra fe. Todos esperamos que el 2021 sea un mejor año que el que pasó. Pero por mientras, hay que luchar por no dejar que la ola me derribe. Por el contrario, es momento de mantener la mirada arriba y en la dirección a la que quiero ir: con Dios. 

El Padre Bernardo Lara es sacerdote de la Diócesis de San Diego. Actualmente se encuentra haciendo estudios de posgrado en Roma y es co-conductor del programa diocesano “Vive Feliz” por Amor 102.9 FM a las 8 a.m. los domingos y en vivefelizsd.org. Se puede contactar en fatherbernardolara@gmail.com.

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