SAN DIEGO — La Oficina diocesana de Jóvenes y Adultos Jóvenes junto con la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Barrio Logan se preparan para realizar la ya tradicional posada navideña.
El evento se llevará a cabo el próximo sábado, 17 de diciembre de 6 a 9 p.m. en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
“La Posada” comenzará en el interior de la parroquia con la recitación del santo rosario, el cual estará acompañado de música. Posteriormente, los feligreses saldrán de la iglesia, se les explicará el significado de la posada y se hará una reflexión para conectar esta antigua tradición con el mundo moderno.
Entonces caminarán en procesión por los terrenos de la parroquia, encabezados por una estatua de María y José representando a los “Santos Peregrinos” en su viaje de Nazaret a Belén.
La procesión se detendrá en diversas puertas de la parroquia en donde José pedirá posada, como es la costumbre en este tradicional canto, para ser rechazado una y otra vez. Después de cerrárseles varias puertas, José y María serán bienvenidos en el salón parroquial.
“Es entonces cuando todos entramos y ahí nos estará esperando una fiesta”, dijo Maricruz Flores, directora de la Oficina de Jóvenes y Adultos Jóvenes.
Los asistentes disfrutarán de una celebración con platillos y postres mexicanos, tales como tamales, pan dulce y champurrado. También podrán participar en algunas dinámicas y romper la piñata.
Además de ser una linda tradición de Adviento, la posada también es una mini lección de catecismo.
Brilema Pérez, directora asociada de la misma oficina, explicó que las tradiciones de las posadas se remontan a más de 400 años atrás, a los esfuerzos de los misioneros españoles por enseñar la fe a la población nativa de México.
Pérez señaló que la piñata tradicionalmente tiene siete picos, representando los siete pecados capitales: envidia, gula, avaricia, lujuria, ira, soberbia y pereza. Agregó que el hecho de romper la piñata y caer los dulces es un recordatorio de “la bondad” que surge cuando rompemos nuestro apego al pecado.
Incluso la venda de los ojos y el palo de la piñata tienen un significado simbólico. Flores comentó que el primero representa la confianza que debemos tener en que Dios nos guiará en la dirección correcta, mientras que el segundo simboliza el valor que Dios nos da para renunciar a nuestros pecados.
Tanto la Oficina de Jóvenes y Adultos Jóvenes como la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe tienen experiencia previa en este tipo de eventos. Este es el segundo año consecutivo en el que colaboran para dicho evento.
Anteriormente la oficina diocesana realizaba sus propias posadas en el Centro Pastoral diocesano.
En la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, la posada es una tradición anual y se realiza durante nueve noches consecutivas. Del 16 al 24 de diciembre se realizarán posadas diariamente en la parroquia, cada día serán dirigidas por un apostolado distinto.
El padre jesuita Brad Mills, vicario parroquial de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, dijo que la posada del 17 de diciembre está dirigida a adultos jóvenes, pero estará abierta a todos. Anticipa que muchos de sus feligreses participarán.
Agregó que la posada puede ser una recreación del viaje de María y José hace 2 mil años, pero que principalmente es importante para nuestros propios viajes espirituales.
“La posada, para mí, habla de esa bienvenida que todos buscamos… y de esa invitación a acoger al forastero”, dijo, “pero también de la alegría que viene con eso, la alegría que viene de ser una Iglesia cálida y de promover ser familias y comunidades acogedoras”.
Para más información comunicarse con Brilema Pérez al (858)490-8260 o por correo electrónico al bperez@sdcatholic.org.