SAN DIEGO — “Es una oportunidad para ser escuchados”.
Así es como José Raúl Martínez percibe la consulta que comienza en las parroquias ahora en marzo, como parte de un esfuerzo por escuchar a los católicos del mundo.
La Diócesis de San Diego llevará a cabo estas consultas en pequeños grupos que se sentarán en círculo para compartir sus experiencias dentro de la Iglesia y sus esperanzas para el futuro. Las sesiones durarán alrededor de 2 horas y media y se realizarán en inglés, español y vietnamita.
La diócesis hace una invitación abierta todos a registrarse en su parroquia tan pronto como sea posible, y así unirse a esta conversación. Entre los participantes se incluirá al clero, religiosas, jóvenes adultos, personal y padres de familia de las escuelas católicas.
El papa Francisco hizo el llamado a esta consulta, formalmente conocida como sínodo, en un momento crucial de la historia. Las sociedades están profundamente divididas, la desigualdad económica va en aumento, y prácticamente todos estamos batallando para recuperar el equilibrio tras una devastadora pandemia.
A medida que la situación con el virus del COVID-19 mejora, muchos de los feligreses aún no regresan a sus parroquias, viéndose afectadas con la disminución de asistentes.
“El Papa nos pide reunirnos y tener una seria conversación sobre el futuro de nuestra diócesis y la Iglesia Universal, abiertos a la inspiración del Espíritu Santo y libres de culpa, como dijo el Santo Padre, de la idea de que siempre lo hemos hecho de esta manera”, comentó el obispo Robert McElroy durante una Misa especial el 17 de octubre con la que dio inició al proceso sinodal en la diócesis.
“Más concretamente, (el Santo Padre) quiere llevar este espíritu de encuentro y renovación a la vida cotidiana de la Iglesia, obligarnos a todos a salir de nuestra zona de confort e iniciar un camino que fomente la unidad, la misión y la revitalización de nuestra Iglesia.”
La diócesis estará llevando a cabo el sínodo en tres fases. La primera consiste en escucharnos los unos a los otros en sesiones de grupos pequeños durante marzo y abril, sesiones en las que también participaran personas que viven al margen de la sociedad.
Las ideas y datos recopilados en estas sesiones se enviarán en junio a la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, que a su vez lo resumirá y lo enviará al Vaticano.
Sin embargo, la Diócesis de San Diego lo llevará un poco más lejos.
La diócesis también se acercará a sus feligreses a través de una encuesta que se realizará en el verano.
La segunda fase comienza en el otoño y durará hasta principios del año entrante. Dos comisiones de líderes de la comunidad católica laica están guiando la consulta de la diócesis en los condados de San Diego e Imperial. Los miembros de la comisión, con el apoyo de consultores, analizarán las ideas y datos de las sesiones de grupos pequeños y la encuesta.
Posteriormente, discernirán maneras en las que las parroquias y la diócesis pueden caminar más de cerca con todos los miembros de su comunidad y darles la bienvenida para que participen plenamente en todos los niveles de la vida de la Iglesia.
La tercera y última fase llama a la acción, implementando las recomendaciones sugeridas por la comisión, bajo el liderazgo del obispo Robert McElroy.
José Raúl Martínez, feligrés de la Misión del Sagrado Corazón en el pueblo de Heber, es miembro de la comisión del Valle Imperial. Es maestro de escuela intermedia y líder en ministerios de música y adultos jóvenes.
Si el Papa “quiere saber lo que está pasando en el corazón del pueblo de Dios, ahora es el momento de hablar”, dijo.
Los feligreses interesados en participar en esta consulta pueden registrarse en su parroquia. Más información en sdcatholic.org/sinodo (español) y sdcatholic.org/synod (inglés).