Por Román Flores
BRAWLEY — La catequista Teresa Moya y su esposo, el Diácono Alberto Moya, son bien conocidos en el Valle Imperial.
La pareja, quien actualmente sirve a la comunidad católica de Brawley, puede ser vista cada domingo asistiendo en las Misas celebradas en el campo de fútbol del Colegio del Sagrado Corazón, pero su dedicación a la Iglesia data de varias décadas.
Servir en la Iglesia fue algo natural para Teresa desde que era una adolescente. Su compromiso inspiró a quien después se convertiría en su marido a seguir sus pasos.
De niños Teresa y el Alberto eran vecinos en Mexicali, Baja California. Ambos asistían a la Parroquia de San Francisco y Santa Clara de Asís.
Teresa comentó que “se enamoró de Jesús en la Eucaristía” a los 6 años, cuando recibió su Primera Comunión.
“Mi amor a la Eucaristía es lo que verdaderamente me mueve para continuar sirviendo a la Iglesia”, dijo Teresa, quien en ocasiones era responsable de llevar a sus cinco hermanos a la Iglesia.
Teresa comenzó a enseñar catecismo en la Parroquia de San Francisco y Santa Clara de Asís a la edad de 14 años, recordó el Alberto, quien en ese entonces tenía 15 años de edad. Agregó que la dedicación de Teresa, a quien consideraba un modelo a seguir en la fe, le hizo querer ser igual..
Después de casarse en 1988, los Moya se mudaron a Estados Unidos y se establecieron en el Valle Imperial. Continuaron sirviendo en su antigua parroquia en Mexicali hasta que el pastor los animó a participar en un ministerio en su nueva parroquia, San Antonio de Padua en Imperial.
Fue entonces cuando Teresa comenzó a enseñar catecismo en inglés por primera vez.
“El catecismo es mi pasión, me encanta compartir la fe”, dijo la madre de tres hijos, quien con el apoyo del equipo de catequesis de San Antonio de Padua se convirtió en catequista certificada.
“A partir de eso, todo fue tomando forma”, señaló.
Tres años más tarde se convirtió en maestra catequista dentro de la Diócesis de San Diego.
En los últimos 13 años Teresa ha enseñado catecismo a grupos de todas las edades.
De 2011 a 2013 se desempeñó como asistente del coordinador catequético en la Comunidad Católica de El Centro. Y en una capacidad similar en la Iglesia Católica de San Ricardo en Borrego Springs de 2009 a 2010. Desde 2017 se ha desempeñado como directora de evangelización y ministerio catequético para la Comunidad Católica de Brawley & Westmorland (también conocida como Brawley Catholic).
El Diácono Moya se desempeñó como diácono de San Antonio de Padua de 2017 a 2019 antes de que se le asignará la Comunidad Católica de Brawley. Comentó que fue un largo camino al diaconado – literalmente, pues acumuló unas 45,000 millas en coche mientras conducía desde el Valle Imperial hasta el Centro Pastoral Diocesano en San Diego durante sus cuatro años de clases de formación. Pero considera que todo ese tiempo de preparación, reflexión y oración en la carretera fue una bendición.
El Diácono Moya respondió al llamado del diaconado en 2012, en un momento en que su familia se encontraba luchando con la muerte de su sobrino de apenas 3 años, Alejandro Quezada, tras una dolorosa batalla contra el cáncer, y con la enfermedad de su suegro, Adolfo Orozco, de 75 años de edad. En lugar de cuestionar a Dios por estas tragedias familiares, el Diácono dijo que tomó la oportunidad para conocer mejor “el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús”.
“Era tanto dolor que necesitaba acercarme a alguien, (y) yo sabía que no había nadie en este mundo que me pudiera ayudar a sanar. Sabía que todas las respuestas estaban (en Cristo)”, comentó quien comenzó a servir en el cuidado de hospicio por un tiempo, donde llegó a reconocer el amor de Dios por los enfermos y los moribundos.
Ahora que Teresa y el Diácono Moya están haciendo ministerio juntos en la misma comunidad parroquial, dijeron que creen que están justo donde Dios los quiere. Incluso comenzaron un webcast semanal en español llamado «Caminando con Jesús» que se transmite a las 8 p.m. los viernes en el canal de YouTube del diácono.
“Realmente me siento muy bendecida y muy agradecida con el Señor porque puedo decir que estoy haciendo lo que más me gusta”, dijo Teresa, “Y eso es compartir a Jesús y Su mensaje de salvación. Así como acompañar a otros en este viaje en el que estamos todos, que es de regreso a la casa del Señor”.
“Simplemente me encanta”, coincidió el Diácono Alberto.
El webcast de la pareja “Caminando con Jesús” puede ser visto buscando “Diácono Alberto Moya” dentro de YouTube.